lunes, 29 de septiembre de 2008

Sobre la Teoría de la Evolución

En el diario Página/12 del día 27/09/2008 , se publcia este artículo de Héctor Palma, filósofo y epistemólogo de la Universidad Nacional de San Martín), que comienza así: "Recientes ataques a la Teoría de la Evolución por parte de quienes insisten (¡ya en el siglo XXI!) en la interpretación literal de la Biblia, movieron a Futuro a adelantarse al año Darwin (en 2009 se cumplen 200 años de su nacimiento) y publicar estas reflexiones sobre la actualidad y la potencia del darwinismo"
Entre los párrafos más jugosos, a mí me llamó la atención este: "Pero, además, el darwinismo provocó la revolución antropológica, cultural e ideológica más profunda y amplia derivada de una teoría científica en toda la historia. No sólo redefinía la noción de especie en una perspectiva poblacional desechando la perspectiva esencialista o tipológica, sino que ubicaba a la especie humana derivando de ancestros no humanos y como el resultado contingente del desarrollo evolutivo. Esto eliminaba no sólo la creencia en la creación especial (según la cual dios habría creado a cada especie por separado), sino sobre todo la idea de un hombre como ser hecho a imagen y semejanza del creador, como culminación de la creación y con un lugar privilegiado en el universo. Por ello la teoría darwiniana de la evolución es incompatible con la ortodoxia religiosa cristiana y eso explica la inclaudicable oposición de ésta. Cualquier intento de conciliación entre ambas –que de hecho los hay– conlleva violentar o bien la evolución o bien la religión. Esta disputa nunca cesó y, actualmente, se manifiesta en los constantemente renovados embates de los grupos religiosos más fundamentalistas sobre todo de EE.UU. y en menor medida en Europa, apoyados por algunos pocos científicos, aunque nunca en publicaciones especializadas, por reinstalar la discusión entre evolución y la llamada “teoría del diseño inteligente”. El debate adquiere, en realidad, estatus político e ideológico, dado que se encuentra, académica, intelectual y epistemológicamente saldado y lo que hoy se denomina “diseño inteligente” no es ni más ni menos que el famoso argumento de la teología natural de W. Palley de 1802, según el cual compuestos complejos –como un reloj o un ser viviente– no podían ser el resultado del azar de las fuerzas naturales sino un acto de creación sobre un diseño previsto. En la Argentina, por su parte, resulta llamativa, salvo excepciones, la ausencia de la cuestión de la evolución en los institutos de formación docente y por consiguiente en los establecimientos de enseñanza media (tanto confesionales como en muchos de los públicos) a despecho de que aparezca como parte del currículo en los documentos oficiales."
¿No les da ganas de leer el artículo completo?

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