martes, 5 de agosto de 2008

Explotación de uranio

Al pie de los Andes, entre los cerros, aparecen camionetas levantando muestras, y avanzan los proyectos de reactivación de la minería de uranio en la Argentina. De la misma manera, crece el descontento de los vecinos cordilleranos. Existen más de 50 pedidos de cateo y exploración en Catamarca, Chubut, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Salta, San Juan y Córdoba, y empresas como Wealth Minerals, Strategic Resources, Globe Uranium y Mega Uranium están detrás del negocio.
“El uranio está reactivando interés no sólo en la Argentina, sino en todo el mundo. Con el alza del precio del petróleo y la escasez de gas, el planeta se plantea otras posibilidades. Hay que buscar energías seguras y el uranio es un recurso. No produce efecto invernadero y es aceptable para generar electricidad”, explica Aníbal Núñez, gerente del Proyecto de Restitución Ambiental de la Minería del Uranio (PRAMU) de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Según Núñez, “hay una interpretación de la opinión pública que donde hubo uranio hay problemas, y no es así”.
No piensan lo mismo vecinos y ambientalistas. “La minería de uranio es de alto riesgo para los trabajadores y el medio ambiente . No podemos permitir la degradación ambiental y poner en riesgo las fuentes de agua potable. El uranio contamina el agua”, señaló Juan Carlos Villalonga, de Greenpace. Raúl Montenegro, de Fundación para la Defensa del Ambiente, agregó: “Sigue promocionándose la minería de uranio sin ningún tipo de consulta previa, e ignorando que organismos de energía atómica a nivel mundial protegen más sus propios intereses que la seguridad y la salud de la población”.

La nota completa, publicada hoy en el diario crítica, puede leerse aquí.

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