jueves, 26 de junio de 2008

Evolución de los Vertebrados en el diario Crítica

Es cierto: hubo un pez de cuatro patas

La historia de la especie humana (todas las personas que existen y existieron) y de  la vida en la Tierra está estrechamente entrelazada en una extensa cadena. Por eso se habla tan seguido de eslabones perdidos, es decir, trozos de aquella cadena de generaciones y generaciones en los que se supone se produjeron saltos evolutivos y que con los siglos, milenios y eones quedaron sepultados y luego fueron olvidados.
Así es que cada hallazgo, por mínimo e insignificante que parezca, en realidad resulta importantísimo porque viene a reconstruir el pasado, aquella pieza fundamental en la identidad de cada individuo. De ahí la relevancia del hallazgo de un fósil antiquísimo: se trata de los restos bien conservados de un pez de cuatro patas llamado Ventastega curonica, que vivió hace más de 365 millones de años y que viene a echar luz sobre cómo los animales acuáticos saltaron a la tierra.
Los responsables del descubrimiento, un equipo de la Universidad de Upsala (Suecia), describieron el cráneo, los huesos del hombro y una parte de la pelvis de este pez antiquísimo enterrado en un yacimiento de Letonia. Los científicos aseguran que esta especie viene a ocupar el hueco evolutivo que hay entre el pez de aletas lobuladas Tiktaalik y los primitivos tetrápodos, como los Acanthostega e Ichtyostega.
La evolución de animales vertebrados acuáticos a terrestres ocurrió durante un período llamado Devoniano –hace 380 a 360 millones de años– y requirió enormes cambios fisiológicos y morfológicos.

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